domingo, 28 de enero de 2018

Expedición Faunística: Observación del Buitre Leonado.

Comienza la temporada de Observación del Buitre Leonado en la Sierra de Guadarrama: 

La nidificación del Buitre Leonado es la más tempranera de entre las aves, en pleno invierno, después de los emparejamientos producidos durante los meses de diciembre y enero. Por esas fechas, las parejas están entregadas al ardor de las paradas nupciales, que culminan con la cópula en algún lugar reservado de los cantiles que suelen ocupar todos los años. A partir de estas uniones se acomodan en los nidos instalados en los lugares más inaccesibles de las cornisas rocosas.
Hoy nos dirigimos a las buitreras de San Lorenzo de El Escorial, donde año tras año realizamos un seguimiento de la cría del gran carroñero de nuestra sierra. Nos acompañan en esta ocasión Jorge (El Escorial), Carlos (San Lorenzo de El Escorial), y David y Gema (Moralzarzal). 

Nuestro objetivo es comprobar si ya se ha producido la puesta. Para ello instalaremos nuestros equipos ópticos a una distancia de los nidos lo suficientemente prudencial como para no producir molestia alguna sobre las aves.
La mañana es fría y desapacible, pero la enorme belleza del entorno nos hace disfrutar de la experiencia. Además, hoy tenemos la suerte de contar con el geógrafo Carlos Agudo, responsable del Quiosco Fuente del Seminario, quien nos ilustra con sus extensos conocimientos sobre geología y geomorfología. 
Una vez establecido el lugar idóneo, sacamos los telescopios terrestres y, mediante la técnica del digiscoping, capturamos estas bellas imágenes.
Efectivamente, comprobamos que ya se ha producido la puesta en dos de los nidos. Impresiona ver con qué dedicación se entregan a la incubación, a pesar del frío y la nieve.
Es durante esta época, cuando los buitres leonados pasan más desapercibidos, incubando inmóviles en la roca, a veces zotados por la lluvia, o cubiertos de nieve, como podemos ver en estas imágenes.
Según nuestros cálculos, la puesta debió producirse a mediados de este mes, de modo que esperamos ver a los pollos a finales del mes de marzo.   
Una vez finalizada las observaciones, avanzamos por la Sierra de Malagón y detectamos la que podría ser una huella de un Lobo Ibérico.  
Visitamos también uno de los lugares más emblemáticos de estos parajes, la Cruz de Rubens.
Durante el descenso disfrutamos de los paisajes que embelesaron al mismísimo Felipe II durante sus viajes a Toledo, antes de la construcción del monasterio.
Las últimas nevadas han dejado una estampa poco habitual en estos bosques.

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