viernes, 25 de agosto de 2017

Transcantábrica Occidental 2017

Ya estamos en Villablino (León), dispuestos a comenzar una gran aventura que durante los próximos siete días nos llevará por los rincones más salvajes y recónditos de la Cordillera Cantábrica.
Equipo integrante de la Transcantábrica Occidental 2017.
Nos acompañan Paulino, Jesús, Manu y Toñi, todos ellos procedentes de Barcelona. Aunque se encuentran bastante afectados por las terribles noticias que nos llegan desde Barcelona, donde acaba de producirse un atentado terrorista, están muy animados para comenzar esta gran aventura.

Viernes, 18 de agosto de 2017: Villablino - Collado de Cereizales.

Partimos de Villablino, capital de la minería leonesa, situada al noroeste de la provincia de León, en el extremo occidental de la cordillera. Tras un buen desayuno en el hotel donde hemos estado alojados, ponemos a punto nuestras mochilas e iniciamos el trekking rumbo al collado de Cereizales, situado en la base del Cornón, uno de los primeros dosmiles de la cordillera. 
Villablino (León). 
Tras los primeros pasos nos adentramos de lleno en el Valle de Orallo, un antiguo valle minero situado en el corazón mismo de Laciana, comarca leonesa declarada Reserva de la Biosfera en el año 2003. A pesar del tremendo impacto que han causado las explotaciones mineras sobre la cordillera, (aquí se encuentra uno de los yacimientos de carbón más importantes del país), Laciana posee un excelente patrimonio natural, con el Oso Pardo y el Urogallo como grandes protagonistas de una riquísima y variada biodiversidad. 
Primeros pasos del trekking por tierras lacianegas.
La reserva alberga inmensos bosques mixtos, repletos de abedules, hayas, tejos, arces, serbales, acebos, avellanos y fresnos. Por encima de los bosques predominan las arandaneras, que pronto serán visitadas por los osos en busca de tan preciado fruto. En Orallo es obligada una parada, necesaria para descansar y para cargar las cantimploras con el agua que escupen sus buenas fuentes.
Orallo (León).
Aprovechamos la primera jornada del trekking para practicar la orientación topográfica. Aunque llevamos un GPS, no lo utilizaremos salvo en situaciones de peligro. Nuestra intención es seguir el rumbo del trekking utilizando las herramientas más básicas de la orientación: Los mapas y la brújula.  
Realizando ejercicios de triangulación con la brújula.
Esta primera jornada es probablemente la más sencilla del trekking. La mayor parte del itinerario, de unos 15 km. en total, discurre sobre asfalto y pistas forestales; sólo los últimos kilómetros discurren fuera de traza.
Vivak del Collado de Cereizales.
A media tarde alcanzamos el Collado de Cereizales, situado a 1.743 m. de altitud, un lugar ideal para montar el campamento del primer vivak. Tenemos problemas con el agua; el arroyo por el que discurre abundante agua durante casi todo el año está prácticamente seco, de modo que no tenemos más remedio que salir a buscarla por los alrededores.
Toñi y Manu disfrutan de la cena mientras Paulino termina de montar su vivak.
El frío y la niebla no se han hecho esperar, pero una sopa caliente y el calor de una buena hoguera son suficientes para irse a dormir con el cuerpo bien caliente. 

Sábado, 19 de agosto de 2017: Collado de Cereizales - Puerto de Somiedo.

Ha sido una noche bastante dura por culpa del viento y del frío. La niebla no se ha movido en toda la noche y lo ha empapado todo. Además, la acción del viento ha hecho que la temperatura bajara hasta los 6ºC.  
Iniciando la segunda jornada del trekking en el Collado de Cereizales.
Nos levantamos a las siete de la mañana. Entre el aseo matutino, el desayuno, desmontar el vivak y poner a punto las mochinas se nos van fácilmente dos horas.   
Primeros pasos de la 2ª jornada del Trekking.
Nos adentramos de lleno en el Parque Natural de Somiedo, declarado Reserva de la Biosfera en el año 2000. Desde el punto de vista ambiental, se trata de uno de los territorios más valiosos de la Cordillera Cantábrica. 
Geológicamente Somiedo representa la zona de transición entre el occidente silíceo y el oriente calizo de la cordillera, lo que genera una extraordinaria variedad de paisajes y ecosistemas. De momento lo que observamos a nuestro paso por el Valle de Cereizales son cuarcitas, lo que nos sugiere que todavía nos encontramos sobre la zona silícea, perteneciente al Macizo Hercínico Ibérico, el más primitivo de la península. 
Geranium cinereum.
Una de las flores que más abunda por la zona es el Geranio de Altura (Geranium cinereum), presente en la Cordillera Cantábrica, Montes Vascos, Pirineos y en determinadas zonas de los Alpes. Junto a ellos, abundantes Merenderas (Merendera montana) que parecen anunciar  antes de tiempo la inminente llegada del otoño. 
Merendera montana.
El tradicional ejercicio de la transhumancia dejó su huella en Somiedo con las singulares construcciones de las brañas, pequeñas cabañas con los techos de escoba y piorno.   
Braña de los Cuartos, en Somiedo (Asturias).
Aprovechamos nuestro paso por la Braña de los Cuartos para realizar un buen descanso antes de afrontar la ascensión hacia el Collado de la Enfistiella
Mientras nos alejamos del Valle de Cereizales nos percatamos del cambio radical en el tipo de sustrato geológico: Las cuarcitas han desaparecido y en su lugar aparecen calizas procedentes de los sedimentos marinos del antiguo Mar de Tethys. 
Valle de Cereizales, en Somiedo (Asturias). 
La ascensión es bastante prolongada, pero poco a poco vamos ganando altura y la belleza de los paisajes nos anima a seguir subiendo. 
Nubes bajas cubren buena parte de la provincia de Asturias, pero no llegan hasta donde nos encontramos. De vez en cuando aquellas nubes nos regalan brisas frescas que ayudan mucho a mitigar el calor.
Junto a los arroyos observamos abundantes Acónitos (Aconitum napellus), unas plantas  extremadamente tóxicas cuyas grandes flores son polinizadas exclusivamente por abejorros. 
Aconitum napellus.
Tras unas cuatro horas de marcha desde el Collado de Cereizales alcanzamos el Collado de la Enfistiella, que nos ofrece una espectacular panorámica del Valle de Trabanco y la Peña Penouta.
En el Collado de la Enfistiella (Somiedo, Asturias).
Nos adentramos sigilosamente en una de las zonas más oseras de la Cordillera Cantábrica.  Con semejante calor y a estas horas del día será difícil encontrarnos con el gran carnívoro de la fauna ibérica, pero prestaremos especial atención a localizar posibles huellas o indicios dejados por él a lo largo de nuestro camino. 
 
He aquí uno de esos indicios: Una enorme piedra levantada por el Oso Pardo. Los osos buscan bajo las piedras hormigueros y larvas de insectos
Una enorme piedra levantada por el Oso Pardo.
El Oso Pardo cantábrico ha adaptado su dieta a los recursos que le ofrece la Cordillera Cantábrica, convirtiéndose en un animal omnívoro. Consume básicamente alimentos de origen vegetal (brotes tiernos de árboles, gramíneas, frutos silvestres...), que complementa con aportes esporádicos de origen animal. Para acceder a los tiernos brotes de los árboles, no duda en tronchar las ramas para acceder a ellos desde el suelo. 
Una rama partida por el Oso Pardo. 

A las cinco de la tarde llegamos al Puerto de Somiedo, final de nuestra segunda jornada del trekking. Aquí disponemos de un confortable Hotel Rural donde podremos ducharnos y disfrutar de una excelente cena montañera.
Santa Mª del Puerto (Puerto de Somiedo, Asturias).
Domingo, 20 de agosto de 2017: Puerto de Somiedo - Vegas de Camayor. 

Iniciamos la tercera jornada del trekking "como nuevos". La jornada que nos espera hoy es larga y dura, probablemente la más exigente del trekking, pero entre la suculenta cena de ayer noche y el excelente desayuno que nos han dado hoy en el hotel, partimos bien cargados de energía.
Foto de inicio de la tercera jornada del trekking, en el Puerto de Somiedo (Asturias).
A la salida del pueblo observamos parte del itinerario de ayer. Sorprende las enormes distancias que logramos culminar el cada una de las jornadas.
Manuel examina parte del itinerario de la jornada de ayer.
El primer tramo de la jornada de hoy exige salvar un importante desnivel. Nos lo tomamos con calma, pero en poco menos de dos horas alcanzamos el punto más elevado
Subiendo hacia la Peña Salgada (Somiedo, Asturias). 
 La panorámica que nos ofrece la Peña Salgada es sobrecogedora. Durante la ascensión sorprendimos a un nutrido grupo de Rebecos (Rupricapra pyrenaica). 
A Manuel le llama la atención una curiosa plantita que localizamos en las proximidades de la Peña Salgada. Se trata de la Saxifraga paniculata, una planta alpina que vive en las fisuras de las rocas calizas de Europa, Asia y Norteamérica. 
Saxifraga paniculata
Pero lo más sorprendente fue hallar un interesantísimo yacimiento paleontológico. La sostenida alineación montañosa que cruza Somiedo de oeste a este constituye una sucesión peloozoica formada por calizas masivas pertenecientes al Silúrico-Devónico. Estas calizas están cargadas de auténticas formaciones arrecifales con abundantes restos fósiles de corales, briozoos, crinoideos, braquiópodos...  
Corales fósiles localizados en las rocas de Peña Salgada (Somiedo, Asturias). 
En este punto establecemos un alto en el camino para descansar y permitir que Manu, Toñi y Jesús se aproximen a la cercana cumbre de Peña Salgada.  
Jesús contempla la panorámica desde la cumbre de Peña Salgada.
Desde lo alto contemplamos la inmensidad de la Cordillera Cantábrica, lo que hemos andado y lo que nos queda por recorrer...
Panorámica del Valle de Trabanco y La Peral desde la Peña Salgada.
Continuamos el itinerario descendiendo por la cara norte de Peña Salgada y poniendo rumbo hacia las Brañas de Sousas. 

Poco después avistamos Valle del Lago, la única población por la que vamos a pasar hoy. Allí nos espera un buen descanso y la posibilidad de avituallamiento.
Brañas de Sousas y al fondo Valle del Lago (Somiedo, Asturias). 
La Braña de Sousas conserva un gran número de corros vaquiros; los vaqueiros eran transhumantes que establecían aquí su área de residencia durante la época estival. 
Corros vaqueiros de la Braña de Sousas (Somiedo, Asturias). 
Pero los elementos etnográficos más singulares del Somiedo son las "Cabañas de Teito", construcciones muy parecidas a los castros prerromanos, compuestas por paramentos verticales de piedra sin mortero alguno, y una cubierta vegetal de escoba (Cytisus scoparius).
Cabaña de teito en el Valle de Sousas (Somiedo, Asturias).
Peña Furada, junto al Valle de Sousas, uno de los paisajes más bellos de Somiedo. 
Peña Furada (Somiedo, Asturias).
En Valle de Lago no pudimos evitar la tentación de entrar en uno de sus bares y degustar algunos de los productos típicos de Asturias. 
Un pequeño paréntesis en Valle de Lago (Somiedo, Asturias).
Pero la jornada no ha terminado y aún nos queda subir a las Vegas de Camayor.  
La principal preocupación ahora es la disponibilidad de agua. La única fuente disponible apenas suelta un hilillo de agua con el que tenemos que apañarnos para llenar todas las cantimploras. 
Ocaso en las Vegas de Camayor (Somiedo, Asturias).
Ahora sólo nos queda elegir un lugar entre las vastas llanuras de esta inmensa vega.  
Elegido el lugar nos disponemos a montar el campamento. Manuel nos enseña orgulloso su flamante construcción.
Vivak de Manu y Toñi en las Vegas de Camayor.
Jesús opta por no exponerse al frío y decide compartir "nicho" con el guía de esta expedición... 
Vivak de Jesús en las Vegas de Camayor.
Paulino ha confeccionado un estupendo vivak aprovechando un muro de pierdras. 
Vivak de Paulino en las Vegas de Camayor.
Tras la cena pudimos por fin contemplar la noche estrellada: Osa Mayor, Cassiopeia, Estrella Polar, Osa Menor, Vía Láctea... Todo un espectáculo celestial antes de cerrar los ojos.

Lunes, 21 de agosto de 2017: Vegas de Camayor - Torrebarrio. 

Hoy se nos presenta una jornada de transición entre Somiedo (Asturias) y Babia (Léón), aparente más sencilla que la de ayer, pero no por ello menos exigente. 
Foto de salida de la cuarta jornada del Trekking.
El pronóstico meteorológico de hoy anuncia un incremento considerable de las temperaturas, de modo que debemos prepararnos para soportar una jornada de calor. 
Vegas de Camayor (Somiedo, Asturias).
Nuestra primera preocupación es localizar agua, algo que visto lo visto se presenta complicado...
El estado de las praderas alpinas es síntoma de una prolongada sequía.
Tras cruzar los extensos pastos de las Vegas de Camayor, llegamos a los Lagos de Saliencia.
Descanso antes de llegar a los Lagos de Saliencia.
El primero de ellos es el Lago Cerveriz, que aparece densamente cubierto de macrófitos. Sobre él localizamos a varios Zampullines (Tachybaptus ruficollis). 
Lago Cerveriz (Somiedo, Asturias).
Muy cerca de él se encuentra el Lago Calabazosa, el mayor del conjunto lacustre de Saliencia.  
Lago Calabazosa (Somiedo, Asturias). 
Tanto los Lagos de Saliencia como su entorno están reconocidos por el Instituto Geominero de España como Puntos de Interés Geológico.
Alrededor del Lago Calabazosa observamos densas matas de la Gayuba (Arctostaphylos uva-ursi), una ericácea rastrera que presenta importantes propiedades medicinales.
Gayuba (Arctostaphylos uva-ursi).
Acentores, Colirrojos y Collalbas merodean a nuestro alrededor mientras vamos surcando las montañas en busca del otro lago del complejo lacustre.
Se trata del Lago de la Cueva, utilizado durante la segunda mitad del siglo XX como lavadero del mineral (hierro) que se extrajo de las minas de Santa Rita, cuyas escombreras de color rojizo todavía perduran en los alrededores del lago.
Lago de la Cueva (Somiedo, Asturias).
La gran mayoría de los arroyos y las fuentes que hay por la zona están completamente secos. La falta de agua nos obliga a aprovechar al máximo los escasos recursos hídricos de los que disponemos. 
Aunque no lo parezca, el agua que bebe Jesús es apta para el consumo humano.
Tras visitar los Lagos de Saliencia abandonamos Somiedo por la pista de La Farrapona y nos adentramos ya en Tierra de Babia. El impresionante Macizo de Las Ubiñas se alza sobre nosotros mostrándonos el difícil desafío que nos espera durante la jornada de mañana. 
Macizo de Las Ubiñas desde el Alto de la Farrapona.
En Torrestío realizamos un alto en el camino, imprescindible para refrescarse, para reponer fuerzas y para alejarse del sol durante las horas de máxima irradiación. 
Descanso en Torrestío (Babia, León).
Manu no desaprovecha la ocasión de sumergirse en las frías aguas del río a su paso por Torrestío.
A media tarde llegamos a Torrebarrio, que cuenta con un albergue donde pasaremos la noche de hoy. Disponemos de tiempo suficiente para lavar ropa y descansar en las confortables instalaciones del albergue. 
Caño de agua en Torrebarrio (León).
Martes, 22 de agosto de 2017: Torrebarrio - La Cruz del Ciego. 

Quinta jornada del trekking. Hemos pasado la noche en el albergue de Torrebarrio, única población que veremos durante la jornada de hoy. Estamos escasos de recursos y no disponemos de ningún supermercado o tienda donde poder hacer acopio de provisiones, de modo que tenemos que hacernos a la idea de subsistir con lo que llevamos a cuestas. 
Fotografía de salida de la quinta jornada del trekking.

Hoy nos esperan varios retos, el primero de ellos es afrontar el fuerte desnivel de subida hacia El Ronzón, el collado que separa a las dos Ubiñas.  
Torrebarrio desde la pista que sube al Ronzón.
A medida que vamos ganando en altura, contemplamos la panorámica de las montañas de Somiedo que abandonamos ayer.
Jesús señala hacia el Alto de La Farrapona.
Mientras ayer nos acercábamos a Torrebarrio vimos cómo un incendio forestal, con toda probabilidad intencionado, arrasaba buena parte de los montes cercanos a la población. Preguntamos en el pueblo, pero como era de esperar, nadie sabía nada y responsabilizaban a las "causas naturales". Nada más lejos de la realidad, los intereses de los ganaderos quedan bien definidos en esta imagen, en la que podemos observar que apenas quedan bosques en el Valle de San Emiliano, pero sí muchos pastos.
Panorámica de Torrebarrio (León).
En poco más de una hora conseguimos coronar el collado, situado a 1.932 m. de altitud. A nuestra izquierda dejamos la imponente mole de Peña Ubiña, una de las montañas más codiciadas de la Cordillera Cantábrica.
Peña Ubiña.
Hacia el otro lado divisamos las montañas que surcaremos durante las últimas jornadas del trekking. 
En el collado de El Ronzón.
Pero todavía tenemos mucha distancia que recorrer durante la jornada de hoy. Atrás dejamos las Ubiñas mientras nos abrimos paso por los Puertos de Riotuerto. 
Observando Peña Ubiña desde los Puertos de Riotuerto.
Tras pasar por El Estrecho llegamos a la Vega Candioches, donde tuvimos la suerte de encontrar un buen abrevadero donde llenar las maltrechas cantimploras. 
Abrevadero en la Vega Candioches.
Detrás de la vega se encuentra la Casa Mieres, refugio de ganaderos que hasta hace unos pocos años estaba guardado y ofrecía servicios de hospedería. Hoy se encuentra cerrado al público.
Casa Mieres.
De camino hacia nuestro destino de hoy, un vivak en la Cruz del Ciego, buscamos fuentes que nos garanticen disponibilidad de agua para la cena. 
Buscando agua en los Puertos de Vallota, cerca del Puerto de La Cubilla.
Tuvimos suerte de localizar una fuente con abundante agua, de modo que decidimos improvisar un toldo para escapar del sol y comer algo de pasta.
Mini-campamento para comer en el Valle de la Cruz del Ciego.
Después de reponer fuerzas con la comida, continuamos con nuestro itinerario en busca de establecer un buen vivak cerca del Cuento Negro, ascensión que debemos afrontar mañana. 
Muy cerca del collado del Barradal, en la base del Pico Negrón, encontramos un lugar que reunía las mejores condiciones, con agua cerca, suelo blando y abundantes recursos (leña, piedras...). 
Panorámica del vivak de la Cruz del Ciego.
Miércoles, 23 de agosto de 2017: La Cruz del Ciego - Puerto de Aralla. 

Poco a poco nos vamos acercando al final. Hoy es la penúltima jornada de este magnífico trekking que todos estamos disfrutando. Nos hemos levantado con las pilas cargadas después de una larga noche en la que todos hemos dormido "a pierna suelta".  
Punto de partida de la sexta jornada del trekking.
El primer desafío de hoy es subir a la cumbre del Pico Negrón. Nos encontramos en el único corredor posible del Oso Cantábrico, en único lugar por donde podrían comunicarse las dos últimas poblaciones autóctonas del Oso Pardo. Pero un incendio forestal en la misma ladera del Negrón no hace más que evidenciar la enorme dificultad de tal comunicación. 
En la cumbre del Negrón.
En la misma cumbre del Negrón se conservan restos de las trincheras de la Guerra Civil española. Por su orientación hacia el lado leonés, deben ser las construidas por los republicanos. 
En la cumbre del Negrón. 
Seguimos adelante con la vista puesta en las Tres Marías, las montañas que tenemos que sortear durante la larga jornada de hoy. 
El trekking ya está comenzando a pasar factura y cada vez más notamos el agotamiento físico, sobretodo cuando el itinerario está cubierto de piorno por donde es casi imposible caminar. Un pequeño descanso en el camino, además de necesario, nos permite disfrutar de la extraordinaria panorámica de la Cantábrica. 
Atrás quedan las Ubiñas  que cruzamos ayer.
Durante el transcurso del trekking hemos prestado atención a los indicios de la fauna y a las flores más llamativas que nos hemos encontrado. Hoy nos ha sorprendido la belleza de una de las flores alpinas más bonitas de la Cordillera Cantábrica: El "Cáliz de la Aurora" (Gentiana pneumonanthe). 
Gentiana pneumonanthe.
Al otro lado del Cueto Negro entramos en la provincia de León. Los prados están plagados de grandes turberas donde abundan las plantas carnívoras (Drosera rotundifolia) y las Hepáticas Blancas (Parnassia palustris). 
Parnassia palustris.
Seguimos caminando poniendo rumbo a Casares de Arbás. El itinerario ahora es más fácil, porque discurre a lo largo de una pista forestal.
Pero tanta pista forestal nos aburre demasiado, y optamos por abandonarla para seguir caminando por veredas y pequeños senderos. 
A la hora de comer llegamos a la base de las Tres Marías, lugar donde nos espera un pequeño refugio. 
Las Tres Marías, emblemáticas cumbres de la Montaña de La Tercia (León).
Bordeamos las Tres Marías y nos abrimos paso hacia el Valle de Arbás, perteneciente al municipio leonés de Villamanín.  
Manu y Toñi posando con las Tres Marías de fondo.
Con los estómagos vacíos entramos en el único bar del pueblo de Casares de Arbás cual sedientos forasteros y nos hicimos dueños del local... 
En Casares de Arbás (León).
Después de Casares, caminamos hacia Cubillas, y de Cubillas, por una pista forestal, cruzamos hacia el Puerto de Aralla, lugar donde pasaremos la noche.
Valle de Arbás (León).
En el Puerto de Aralla continúa abierto un pequeño hospedaje que dispone de habitaciones y servicio de restaurante. Tras una buena ducha, salimos al exterior para disfrutar del ocaso mientras esperábamos la cena. 
Jesús contempla el ocaso en el Puerto de Aralla (León).
Jueves, 24 de agosto de 2017: Puerto de Aralla - La Pola de Gordón. 


Última jornada del trekking. Una sensación de tristeza recorre el ambiente durante el desayuno en el Puerto de Aralla: Esto se acaba. Nos quedamos con ganas de más, pero lo cierto es que después de seis días de actividad intensa en la montaña, nuestros cuerpos están llegando al límite de su capacidad.  
Punto de partida de la última jornada del trekking.
Y la jornada de hoy no va a ser precisamente menos intensa que las anteriores, más bien todo lo contrario. Aún nos queda recorrer parte de las Montañas de Luna y Geras de Gordón.  
Cerro Pedroso (Montañas de Luna, León).
Subiendo hacia el Cerro Pedroso, detectamos la presencia de calizas encriníticas, repletas de crinoideos fósiles. Son las Calizas de  Coladilla, pertenecientes al Grupo La Vid (Devónico Inferior, unos 380 millones de años).  
Crinoideos fósiles.
Llegamos a la Sierra del Pedroso, perteneciente a las Montañas de Luna. Hacia el este se nos ofrece una excelente panorámica del Alto Bernesga, la Montaña Central Leonesa. 
Vista de la Montaña Central Leonesa (Alto Bernesga, Leon).
Comenzamos a descender hacia el Polanco para introducirnos de lleno en el Hayedo de La Boyariza (Geras de Gordón), un hayedo escalonado que comparte espacio con un magnífico roquedo calizo perteneciente a la Formación Santa Lucía. 
Hayedo de Geras de Gordón (León).
Los yacimientos fósiles son muy abundantes en esta formación geológica, aquí aparecen representados episodios de gran prosperidad biológica, con arrecifes repletos de vida. Sobre uno de estos arrecifes localizamos un magnífico ejemplar de coral fósil: Favosites goldfussi.
Hayedo de Geras de Gordón (León).
El sendero se pierde entre la densa vegetación, pero logramos abrirnos paso y llegamos a Cabornera justo a la hora de comer.  
En Cabornera de Gordón (León).
En un bar del pueblo nos dieron de comer a base de bien: Embutidos de la zona, carnes, ensalada de la huerta... nos pusimos finos, tanto que apenas pudimos retener la siesta.
Momento de relax después de la comida en Cabornera.
Entre Cabornera y Pola solo nos queda caminar por la carretera a lo largo de unos tres kilómetros. A las seis de la tarde, entramos triunfales por el arco del final del trekking, en el Camping "Bosque de Gordón", lugar donde pasaremos la última noche.
Final del trekking: La Pola de Gordón (León).
Aquí os dejamos el reportaje completo de la transcantábrica. Gracias a Paulino, Jesús, Manu y Toñi por hacer realidad esta maravillosa aventura.

GuardarGuardarGuardarGuardar