sábado, 8 de julio de 2017

Desafío Abantos (San Lorenzo de El Escorial, Madrid).

Hoy es día de Luna Llena y en Madrid asomará por el horizonte a las 21:12 h., un espectáculo que, como todos los meses, no queremos perdernos y convocamos a nuestros clientes a una ascensión nocturna al Monte Abantos.  
Se han inscrito en la actividad cuatro participantes: Irene y Rocío, que han venido desde Leganés acompañadas por Javier (Guadalajara); y Jorge (El Escorial), un habitual en estas aventuras nuestras. 
El propósito de ascender al Monte Abantos por su cresta ha sido bien recibido por nuestros participantes, quienes no han dudado en afrontar una ascensión más técnica de lo habitual, a cambio de disfrutar de las mejores sensaciones de la Montaña.   
Javier es el más experimentado del grupo y trepó por la cresta con gran habilidad y soltura. 
Para Irene y Rocío fue algo más novedoso pero muy entretenido, a tenor de sus reacciones a medida que íbamos subiendo. 
Y nuestro amigo Jorge, que recientemente se internó en el corazón de los Picos de Europa durante nuestra ascensión a la Torre de La Palanca, le ha cogido el gusto a esto de trepar por las peñas. 
La mayor parte de las flores habituales en esta zona han desaparecido por lo avanzado de la estación seca, de modo que la mayor parte de nuestra atención se centra en seguir subiendo con la máxima seguridad. 
El paisaje es cada vez más espectacular, y a medida que ascendemos en altitud contemplamos un horizonte más extenso. Pronto esperamos ver la luna.
Al otro lado de la cresta se encuentra otro espectáculo sobrecogedor, un abismo de varias decenas de metros que cae sobre el Pinar de Abantos. 
Algunos pasos son bastante aéreos y requieren prestar la máxima atención. Rocío, que no está muy habituada al vacío, está demostrando tener una gran capacidad de superación. 
Técnicamente no son pasos demasiado difíciles, pero para alguien que no está habituado al mundo de la montaña, es todo un reto superar la sensación de vacío.
El ritmo de avance es muy bueno, mejor de lo esperado, de modo que alcanzaremos la cumbre coincidiendo con la salida de la luna.
Los farallones del Monte Abantos son verdaderamente sorprendentes, y ofrecen un escenario único para disfrutar de la montaña guadarrámica. 
Tras aproximadamente dos horas de ascensión, llegamos al punto más elevado de la cresta, coincidiendo justo con el inicio del ocaso.
El Desafío Abantos exige mucha atención en la seguridad y apenas permite disfrutar de los avistamientos faunísticos. Pero durante el descenso, mucho más suave y fácil, nos esperan varios encuentros con algunas de las criaturas de la noche guadarrámica, como las Arañas Lobo (Lycosa tarantula) y el Chotacabras (Caprimulgus europaeus).
Chotacabras Europeo (Caprimulgus europaeus).

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