sábado, 7 de enero de 2017

La Cruz de Rubens (San Lorenzo de El Escorial, Madrid).

Se acaban las Navidades y es tiempo de alejarse de los excesos y de recuperar la forma física. Y para ello nada mejor que salir al campo y disfrutar del aire puro de la Montaña.
Nuestra propuesta para un día como hoy vuelve a ser la La Cruz de Rubens, un emblemático lugar escondido en un rincón del Pinar de Abantos, en San Lorenzo de El Escorial.
Raquel (San Lorenzo de El Escorial) se une por primera vez a una de nuestras actividades, esperando conocer por qué hay un lugar cerca del Puerto de Malagón vinculado al ilustre pintor alemán Rubens.
Para Alicia (Collado Villalba) también ha sido la primera vez en acompañarnos y en descubrir el Ecoturismo que practicamos.
Oscar (Madrid) ya conoce nuestras actividades y hoy se ha animado a venir para descubrir esa misteriosa Cruz de Rubens. 
Durante el itinerario explicamos la importancia que tiene el Pinar de Abantos para los escurialenses, un monte que les fue cedido en 1795 por Carlos IV y que a punto estuvo de acabar en manos privadas durante el período de las desamortizaciones. 
En 1871 se instaló en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial la Escuela Superior de Montes. El Monte Abantos pasó a depender de esta Escuela, quien proyectó ejecutar su reforestación, eligiendo para ello el Pino Resinero (Pinus pinaster) y el Pino Silvestre (Pinus sylvestris), las dos especies de pino más representativas de los bosques guadarrámicos. 
Pero además de pinos, la Escuela plantó de forma dispersa o formando pequeños grupos otras especies arbóreas como Pinsapos (Abies pinsapo), Hayas (Fagus sylvatica), Alerces (Larix decidua), Cipreses (Cupressus macrocarpa), etc. 
Tan pronto como nos metimos en el bosque nos sorprendió un grupo de Rabilargos (Cyanopica cyanus), un córvido originario de China, probablemente introducido en la Península Ibérica por los navegantes portugueses. 
Detectamos la presencia de otras aves habituales en el Monte Abantos, como el Trepador Azul (Sitta europaea), el Carbonero Común (Parus major), el Carbonero Garrapinos (Periparus ater), o el Acentor Alpino (Prunella collaris).
Con la ayuda del telescopio terrestre pudimos comprobar que una de las parejas del Buitre Leonado (Gyps fulvus) tiene ya acondicionado su nido en la cornisa.
Después de la observación de los nidos de los buitres alcanzamos la cornisa sobre la que se localiza una de las tres cruces del Monte Abantos.
Visitamos también este bonito Belén, emplazado en un lugar de gran belleza.
Y por fin llegamos al lugar que el historiador sanlorentino Luis Manuel Auberson determinó como el lugar más probable desde donde Rubens pintó aquel misterioso cuadro. La cruz está hoy escondida en medio del bosque, rodeada de pinos que no permiten divisar el Monasterio, tal y como lo divisaba Rubens en el año 1629. 
Cuadro de Rubens del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
Tras visitar las cruces, iniciamos el descenso por el Puerto de Malagón, pasando por el Hayedo del Abantos y el mirador de los Alerces, otros dos de los "secretos" que atesora el Monte Abantos.

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