martes, 1 de noviembre de 2016

Exploración en Cueva Valiente (Sierra de Malagón, Ávila)

Estrenamos el mes de noviembre con una nueva exploración en el entorno de la Cueva Valiente, en la Sierra de Malagón. Nos acompañan esta vez Carmen (El Escorial), Ángeles (Madrid) y una familia completa procedente de Madrid: Elena, Regis, Irene (13 años), Nicolás (11 años) y Chloé (9 años). 
 
Nuestro itinerario recorre los lugares más recónditos del cerro de Cueva Valiente, alejados del tránsito de senderistas, bicicletas, motos y otros usuarios del monte. Durante el primer tramo, localizamos con los prismáticos un nutrido grupo de Buitre Leonado (Gyps fulvus) y varios pajarillos merodeando entre los pinos: Carbonero Garrapinos (Periparus ater), Carbonero Común (Parus major), Verdecillo (Serinus serinus), Trepador Azul (Sitta europaea)... y un Herrerillo Capuchino (Lophophanes cristatus).
Nos abrimos camino entre pinos, brezos, escobas y grandes bloques de piedras, aprovechando las veredas dejadas por la fauna silvestre. Ello nos permite identificar algunos indicios faunísticos, como los excrementos y las huellas de corzos, jabalíes y ciervos. Es la primera vez que detectamos en esta zona la presencia de ciervos, aunque quizás se trate de una introducción cinegética por parte de algún coto de caza. 
Carmen es una gran defensora de los animales y no dudó ni un instante en preguntar a un grupo de cazadores si en un día festivo como hoy estaba permitida la caza. Y lo cierto es que no deja de ser sorprendente que se permita la caza en un día en el que el monte está repleto de senderistas, montañeros y ecoturistas. Afortunadamente no escuchamos ningún disparo por la zona, pero sí el estruendo perturbador de varios motoristas adentrándose irregularmente en el bosque. 
Llegamos a la cueva en torno a las dos de la tarde. Aprovechamos la estancia en la caverna para comer y descansar, aunque también hubo tiempo para explorar con linternas su interior. La única criatura que localizamos dentro fue un opilión, ocasión que aprovechamos para dar a conocer a este tipo de arácnidos, totalmente inofensivos.
Tras la estancia en la cueva, toca realizar la ascensión al Cerro de Cueva Valiente, que con 1.903 m. de altitud es la cumbre más elevada de la Sierra de Malagón. 
El entorno de la cueva es agreste e irregular, pero ofrece excelentes panorámicas de la Sierra de Guadarrama. Tan pronto como abandonamos la cueva se acercó un pequeño grupo de Cuervos (Corvus corax) que no dudaron en aproximarse a nosotros, parecía como que se despedían de nosotros. 
La fuerte pendiente de los últimos metros a la cumbre no suponen ningún obstáculo para los más jóvenes del grupo.
Hicimos cumbre poco antes de las cuatro de la tarde. Para Nicolás y Chloé se trata de la primera ascensión a una montaña, porque nunca antes habían visto un vértice geodésico. 
Junto a la cumbre se encuentra el refugio de Cueva Valiente, uno de los pocos refugios que se han salvado de la ruina, aunque la puerta necesita un arreglo en condiciones. 
El resto del itinerario hasta el Collado del Hornillo discurre por un sendero muy bien marcado. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario